Las hermanas Stéphanie Marie y Geneviéve Caroline nacieron
en un pueblo francés en 1838 y 1847 . Su familia se dedicaban a la panadería .
Su apellido dio nombre a esta tarta de la gastronomía
francesa y dicen que también es de las más conocidas en todo el mundo .
Según la leyenda , las hermanas Tatin cometieron un día una
equivocación al no poner la masa de un pastel de frutas bajo éstas , entonces
decidieron colocarlo encima y de esta manera surgió esta tarta que sirvieron a
sus clientes y fue todo un éxito.
Benditos errores que dan lugar a maravillas así y con estas
manzanas ecológicas asturianas tan ricas , nos hemos pegado un buen homenaje
con esta tarta.
Ingredientes :
Para la masa quebrada :
250 g de harina de repostería
125 g de mantequilla bien fría
60 g de agua muy fría
1 pellizquín de sal
Para el relleno de la tarta:
Manzanas reinetas rojas asturianas ecológicas
120 g de mantequilla
170 g de azúcar
Zumo de uno o dos limones si son pequeños
Elaboración :
Para hacer la masa quebrada he utilizado la thermomix .
Poner todos los ingredientes según el orden descrito y 15 seg en velocidad 6.
Retirar , estirar entre dos papeles de horno a la medida un
poquito más grande del molde que vamos a usar y llevamos a reposar al frigo
media hora.
Si la hacemos de forma tradicional, poner en un cuenco la
harina tamizada y añadir la mantequilla fría cortada en pequeños cubos .
Seguidamente incorpora la sal y el agua . Mezclar con las manos hasta que la
masa se una, pero sin trabajarla mucho. El resto igual.
Con la mantequilla y el azúcar del relleno hacemos un caramelo. Si tenemos un molde que pueda ir al fuego mejor que mejor. Yo no tengo, así que lo hice en una sartén y una vez hecho lo pasé al molde.
Después coloqué las manzanas peladas y descorazonadas en mitades. Previamente las rocié de limón. Estas manzanas no son de tamaño grande, si usáis otro tipo cortarlas en cuartos, pero no conviene hacerlo en trozos pequeños porque en la cocción se desharían.
Hay que juntarlas bien pues después en el horno merman.
Se colocan con la parte buena hacia abajo para que cuando le
demos la vuelta queden más presentables.
También se pueden hacer un poco en el caramelo antes de llevarlas
al horno, pero este tipo de manzana si se hace mucho se deshace, así que las
puse directamente sin cocerlas antes.
Por último, las tapamos con la masa quebrada, remetiendo los
bordes hacia dentro con mucho cuidado y en el centro le hacemos un agujerito
para que salga el vapor al cocer.
Al horno durante 30 minutos, arriba y abajo a 200º.
Después coloqué las manzanas peladas y descorazonadas en
mitades. Previamente las rocié de limón.
Estas manzanas no son de tamaño grande, si usáis otro tipo cortarlas en
cuartos, pero no conviene hacerlo en trozos pequeños porque en la cocción se
desharían.
Hay que juntarlas bien pues después en el horno merman.
Se colocan con la parte buena hacia abajo para que cuando le
demos la vuelta queden más presentables.
También se pueden hacer un poco en el caramelo antes de llevarlas
al horno, pero este tipo de manzana si se hace mucho se deshace, así que las
puse directamente sin cocerlas antes.
Por último, las tapamos con la masa quebrada, remetiendo los
bordes hacia dentro con mucho cuidado y en el centro le hacemos un agujerito
para que salga el vapor al cocer.
Al horno durante 30 minutos, arriba y abajo a 200º.
Desmoldar en caliente, no se puede esperar a que enfríe porque
cuajaría el caramelo y nos dificultaría el proceso del desmoldado, así que
mucho cuidadín de no quemarse al darle la vuelta. Utilizaremos una bandeja más
grande que el molde.
Y lista nuestra tarta para disfrutar de lo lindo de una
sobremesa bonita. Se sirve templada pero también es una delicia fría.
Los errores a veces son la puerta a nuevas recetas muy interesantes, este fue un acierto.
ResponderEliminarA tu tarta dan ganas de meterle el tenedor porque se ve jugosa y muy rica.
Besos.
Las tatín son de mis preferidas, nada empalagosas y con mucha fruta que las hace sabrosas y jugosas. Además la fruta puede ser a nuestro gusto, e incluso pueden ser saladas, aunque en este último caso me inclino más por las quiches. Estoy viendo ese corte y me dan ganas de ponerme a hacerla, pues no digo que no.
ResponderEliminarBss
Bego, todo lo que nos traes hoy me encanta, desde la historia sobre el origen de esta tarta, que ya había leído en algún sitio, alguna vez, hasta las manzanas, que son una locura lo que me gustan en repostería. Pero lo que verdaderamente me ha flechado el corazón, es esa olla de la bisabuela de tu marido, que me encanta, y no sé si no la utilizas porque tienes vitro en la cocina, pero yo que soy de cocina a gas, y en inducción, prefiero el gas, y esta olla en mi cocina funcionaría hasta cuando se va la luz, Jajajaja…
ResponderEliminarAlgún pote, queda en casa de mi madre de esos de aluminio, pues aunque digan que son perjudiciales para cocinar, no es cierto, solo que no se deben dejar con la comida en reposo, que ahí es cuando el aluminio empieza a oxidarse y a desprender partículas, en fin que desde luego como decoración en cualquier rinconcito debe quedar divina. Disfrútala. Besos.
Hola Bego!!
ResponderEliminarUn error que se queda para siempre.
Nunca he hecho esta tarta y me tienta cuando veo esa manzana ahí tostadita y toda caramelizada. Qué rica debe de estar!!
Te ha quedado increíble!
Besos ♥
Ummm menuda delicia de tarta 💞💞
ResponderEliminar¡¡Hola Bego!! A mí me encanta esta tarta. En mi casa, es mi hermana mayor quién tiene la especialidad en esta tarta y es ella la que siempre la hace, y es que la aprendió en los años 80 de una familia francesa que tenía un restaurante y le enseñaron a hacerla. Y mira que era su tarta estrella, tenían el restaurante en plena Nacional III Madrid-Valencia y no sabes los coches que paraban sólo para comprar su tarta, aunque también cocinaban muy bien y eran muchos los que iban sólo para comer o cenar, raro era quién los visitara y no se llevaran una tarta para casa.
ResponderEliminarA mi hermana se la enseñaron a hacer con hojaldre, pero bien rica tiene que estar también con la masa quebrada. Una tarta deliciosa para todo el año, pero las manzanas no dejan de ser una fruta muy otoñal, y qué mejor que ahora para disfrutar de esta rica tarta tatin. Besitos.
Fabulosa Bego! me encantan estas tartas, finas, nada pesadas y de fruta, me encanta!
ResponderEliminarBesos!!
Bego, cómo me gusta esta tarta, te ha quedado de pastelería. Una maravilla aquel descuido de las hermanas Tatin, que nos hemos chupado los dedos. Sigue siendo una tarta actual y divertida. Una delicia.
ResponderEliminarLas fotografías lo dicen todo.
Mil besos
Me gusta tu tatin!!....pero me ha encantado tu cazuela!!....de los errores se aprende!!....y tu tarta se ve de lujo....jugosa como me gusta!.........Abrazotes, Marcela
ResponderEliminarcake looks appealing...
ResponderEliminarlove apples
Hola Bego. Mi hijo no es de dulces, pero adora la tarta tatin y la hace muy rica.
ResponderEliminarLa tuya con esas manzanas y masa casera, no dudo de que está muy buena.
El perol es precioso. En mi casa se han tirado muchas cosas que me hubiera gustado conservar y es una pena.
Besos.
Hola Bego, qué delicia de tarta, me encanta con manzana, yo soy muy fan de las manzanas durante todo el año, pero ahora en esta época es cuando más apetecen, y tenemos tantas variedades que da gusto. Qué buena pinta tiene la tarta que has preparado, me encanta. Besos.
ResponderEliminarHola, la tarta tatin es una de mis preferidas, es sencilla de hacer y está deliciosa. La que nos has preparado se ve estupenda¡¡¡¡ Qué gracia la olla tan antigua de la familia de tu marido, eso es una reliquia. besos.
ResponderEliminarHola Bego,
ResponderEliminarMe encanta esa olla, y con las manzanas asturianas dentro luce preciosa. Haces bien en guardarla como oro en paño, yo hago lo mismo con la vajilla antigua que usábamos en casa cuando aun vivían mis abuelos, y los regalos de boda de mis padres, lo mismo.
En cuanto a la tarta, me encanta, en realidad todos los dulces que llevan manzana me gustan, pero esta tarta especialmente, y tanto con masa quebrada como con masa de hojaldre.
La tuya tiene una pinta exquisita.
Un beso, Bego