Tardes melancólicas de otoño, manta, sofá y buena lectura , piden de vez en cuando, ser acompañadas por un capricho dulce y un cafetín, para que la velada sea más reconfortante si cabe.
No me lo pensé dos veces y decidí ponerme a ello, aprovechando el excedente de castañas que tengo, como os comenté en la entrada anterior. Resulta de lo más práctico, tenerlas ya peladas y cocidas, guardadas en bolsas al vacío en la nevera o en el congelador.
Deciros que son unas magdalenas deliciosamente tiernas, ligeramente húmedas y llenas de
sabor, cuyo interior sorprende al primer bocado, al encontrarse por sorpresa en
su corazón con la crema de choco-castaña .
Comerlas templadas, con la crema derritiéndose aún, resultan
irresistibles.
Al no llevar huevo, también son aptas para aquellos que
tienen alergia a él.
Qué fácil es regalar a los nuestros y a nosotros mismos a
través de los alimentos, un pellizquito de felicidad.
Ingredientes :
200 g de harina
200 g de azúcar
200 ml de leche
200 g de castañas peladas y cocidas
2 sobres dobles de gasificante Tigre
1 pizca de sal
1 cdita de ron(opcional)
50 g de gotas de chocolate con leche (utilizo el de Simón
Coll)
Una cucharada de crema casera de castañas
Un chorrito de leche
Elaboración :
En el robot de cocina trituramos un poco las castañas
cocidas con la leche.
Agregamos azúcar , ron y aceite . Batimos.
Después incorporamos la harina junto con los sobres gasificantes
y la sal.
Batimos ligeramente hasta que la masa esté homogénea.
Pasamos la mezcla a las cápsulas , llenando hasta un tercio
de su capacidad.
Horneamos a 170º (horno previamente caliente) durante 20 ó
25 minutos , según horno.
Mientras se hornean, en el microondas deshacemos las gotas de chocolate en intervalos de 20 segundos , con cuidado de que no se queme. Se va sacando y removiendo con una espátula cada vez , hasta que consigamos que se disuelva bien.
Agregamos la cucharada de crema casera de castañas y un
chorrito de leche, hasta conseguir una crema.
Ya una vez transcurrido el tiempo de horneado, retiramos las
magdalenas del horno.
Introducimos a continuación la crema de chocolate y castañas
en una jeringuilla y ponemos una pequeña cantidad en cada una de ellas.
Hola Begoña!
ResponderEliminarQue maravilla de magdalenas, y con ese corazón tienen que estar de escándalo, que pintaza tienen, un bocado exquisito, huy yo desayunando y me zampaba dos en un abrir y cerrar de ojos...Bess
Un buen caprichito de media tarde, se ven muy ricas y esas servilletas de papel hacen muy buen conjunto.
ResponderEliminarBesos.
Que te voy a decir yo de las castañas, si me gustan en recetas dulces y saladas, cuando están en temporada las aprovecho al máximo, y haces bien cuando te pones a pelarlas y guardarlas, ya que para mi es lo peor. Esas magdalenas son de vicio, si las tuviera una tarde de otoño perezosa en casa, no pararía de dar viajes a visitarlas y después comérmelas claro. Son de lujo.
ResponderEliminarUn beso.
Q ricas ❤️❤️
ResponderEliminarQué bien utilizado tu excedente de castañas!. Ves no se me hubiera ocurrido poner la crema de castañas en unas magdalenas, se ven muy ricas. Tienes mucha razón, cuesta muy poco darnos en estos días que apetece el fin de samana, eso que bien dices, sofa, manta etc., acompañado de un buen cafetito y un buen dulce casero.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pero Bego por favor!! Tu me matas!!
ResponderEliminarQué ricas!! Uhmm con ese sabor otoñal. Me encantan y te han quedado para no dejar ni una.
Besos
¡Hola Bego! Pero qué ricas! Coincidimos hoy en que nuestras recetas no lleva huevos y es queda una miga muy tierna y jugosa... sin tener que añadirle... La suelo hacer para que mi sobrina, puede tener ideas y pueda comer un cachito de estas recetas como la tuya... tan sencillo, como cambiar la leche por una vegetal... y ya ella, también la puede disfrutar..
ResponderEliminarPor cierto... Me vuelve loca tus magdalenas y con la crema... deben de estar más que ricas... Un beso.
No hace falta que digas más, me planto allí ahora mismo. Déjame alguna, eh!!! Tienen que ser una delicia! Besiños.
ResponderEliminarHola Bego. Se nota que estamos en temporada de las castañas y por ahí las tenéis y muy ricas.
ResponderEliminarPues sí, si ya el otoño es de por sí un tanto triste se puede uno hacer a la idea de como es en estos momentos con la que nos está cayendo, pero todo pasará ya que no hay mal que cien años dure jj.
Y lo que durarían muy poco encima de la mesa serían estas magdalenas porque con el aspecto que tienen, con los ingredientes que llevan y la sorpresa que guardan tienen que estar irresistibles. Pura tentación.
Un abrazo.
Pintan pero que genial!!! tus magdalenas.
ResponderEliminarBego mándame alguna tarde de esas, que en mi rutina no hay :-))))
1 saludito
Que delicia....la cremosidad de la castana con esa miga debe ser una maravilla!.....Abrazotes, Marcela
ResponderEliminaresto no es solo un capricho mi niña, esto es todo un placer para la vista y sobre todo para el paladar...estoy en shock 😱 tengo que comerme una para volver a la normalidad😂 A mi no me pelan las castañas🤣 pero para esta delicia no me importaría tirarme dos horas pelando castañas💪 un abrazo amiga y cuídate mucho💓
ResponderEliminar¡
Son súper bonitas, así tan cuadradas y esa sorpresa interior...mmmm...¡me encanta! Ya sabes por qué la semana pasada estuve ausente, estoy intentando ponerme al día ¡Besos mil!
ResponderEliminar¡¡Hola Bego!! ¡No tiene que estar rico esto ni nada! Me encantan las magdalenas y si encima le pones una cucharadita de esa crema de castañas tan ricas, es para enamorarse del todo. Me ha gustado hasta la presentación, con esa forma cuadrada en esos moldes tan chulos. Un bocado exquisito. Hay que aprovechar bien la temporada de castañas. Yo también tengo una receta para subir con el interior con una crema de castañas, hasta aún me queda alguna pieza en el congelador y no veas qué ganas tengo de que vuelva el finde para disfrutarlo, que es cuando me doy este tipo de caprichos. Besitos.
ResponderEliminarHola Bego. Tengo guardada más de una receta de magdalenas tuyas y es que todas me gustan. No puedo imaginar lo ricas que estarán éstas con el relleno. Me parece que este capricho dulce alegra cualquier tarde de otoño y si las congelas, de cualquier estación del año.
ResponderEliminarBesos y cuidaos.
Bego que capricho mas rico , nunca las prepare con castaña , besitos
ResponderEliminarBego qué ricas tus magdalenas. Con ese relleno sorpresa tiene que ser tremendo cada bocado que se de. Me encantan las castañas, pero no suelo hacer más que asarlas o en almíbar ligero, y no porque no me gusten de otro modo, sino porque mi marido las devora y no me da tiempo hacer nada más con ellas.
ResponderEliminarBesos
Vengo a ver tus magdalena, ahora que pienso creo que te he dicho en otro comentario anterior que venia a ver tu bizcocho relleno, es igual de todas las maneras estaria rico, ese relleno me puedo imaginar lo rico que estará!!
ResponderEliminarAh y con ese chocolate se que estara divino, es de aqui al lado de casa, muy bueno!!
Que lastima vivas tan lejos que si no me presentaba a merendar a tu casa.
Mil besos preciosa
Bego, qué originales, me encantan las castañas. Te han quedado para darles un bocado. Yo compré el gasificante el Tigre con esa caja tan vintage, tan amarilla con aquel tigre... ja, ja, ja, los compré en Tarragona, un día en un súper lo vi y me llevé varias cajas...yo siempre tan exagerada.
ResponderEliminarMe guardo la receta.
Besos y mucho cuidado... no bajemos la guardia.
Hola, estaba deseando llegar a la sorpresa, qué ricas!! Desde luego, disfrutar de esa tardecita de otoño junto a un café y una magdalena es disfrutar a lo grande. un beso!!
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