La textura gelatinosa y melosa de este tipo de carne, las convierten en un bocado exquisito, apto para cualquier paladar e ideal para niños y personas mayores cuando hay problemas de masticación.
Como más las suelo preparar es al vino tinto o con vermut, como
os muestro hoy.
De un tiempo a esta parte las elaboro siempre en la olla
exprés, ganando tiempo y abaratando luego el recibo de la luz , ya que en
treinta y cinco minutos están listas , quedando igualmente deliciosas como si
se hicieran de forma tradicional y que nos llevarían hora y media o dos
tranquilamente.
Eso sí, antes de pasarlas a la olla, sigo unos
pasos previos que en la receta ya os detallo.
La salsa resultante normalmente suele sobrarme una parte, con lo
cual , la congelo en bolsas de cubitos de hielo y las reutilizo cualquier otro
día para enriquecer un guiso, un arroz , un asado, etc.
Un dato a tener en cuenta para el éxito del plato , es que el vermut sea de calidad al igual que cuando las hacemos con vino. He utilizado Petroni,(que conste que nadie me paga por hacerle publicidad). Solo lo recomiendo porque a nosotros nos encanta y desde que lo descubrimos en una de las Xuntanzas de Bloggers, no he vuelto a comprar otro. Está elaborado con uva albariño y botánicos, con un aroma a fruta madura, matices de vainilla y especias con toques balsámicos, pero vamos ya con la receta.
Kg y medio de carrilleras de cerdo ibérico
Dos cebollas tamaño mediano
Un puerro (la parte blanca)
Tres zanahorias
Un tomate pequeño maduro
215 ml de vermut rojo
Caldo de carne o ave (450 ml)
Aceite de oliva virgen extra
Una hoja de laurel
Dos dientes de ajo
1 pizca de clavo molido
Sal
Harina
Elaboración :
Limpiamos de grasa y telillas las carrilleras y le ponemos
sal.
Ponemos una cazuela con un ligero fondo de aceite de oliva
virgen extra al que añadimos los dos dientes de ajo chafados. Cuando ha tomado
temperatura, retiramos los ajos e incorporamos las carrilleras, ligeramente
pasadas por harina , vuelta y vuelta, hasta que se doren . Retiramos y
depositamos en la cazuela de la olla exprés que tendremos templada. Reservamos.
Pelamos, limpiamos, troceamos todas las verduras, salamos y
pochamos en el mismo aceite de dorar las carrilleras, junto con la hoja de
laurel y la pizca de clavo molido . Una vez comienzan a ablandarse las vertemos sobre las carrilleras.
Cubrimos la carne a continuación con el vermut y el caldo y
tapamos la olla. La ponemos a fuego fuerte hasta que suba la válvula. Una vez
esto suceda, bajamos el fuego. En mi vitro la pongo al 6 y dejamos que se hagan
durante 35 minutos.
Pasado el tiempo, despresurizamos la olla exprés.
Retiramos la carne con cuidado para otra cazuela. Si hiciera
falta, dejamos reducir la salsa otro poco al fuego, dependiendo como nos guste
de espesor. La trituramos pasándola con el pasapurés o con una batidora y
echamos la cantidad necesaria sobre la carne, moviendo después la cazuela para
cubrirla bien.
Acompañamos de arroz, patatas fritas, ensalada etc.
En esta ocasión, con un puré de patata y queso parmesano.
Para ello previamente he cocido cuatro patatas troceadas en agua con un chorrito
de aceite y sal. Se pueden cocer en leche también, pero a mi con ella no me
gusta, así que cada cual a su manera. Una vez cocidas, escurrir y pasar por el
pasapurés en caliente rápidamente sobre un bol al que le pongo unas lascas de
mantequilla y como 50 g del queso o un poco más, lo hago a ojo hasta dejarlo al sabor que me agrada.
Solo queda disfrutarlas en todo su esplendor , un buen pan y sonreír, sonreírle a la vida por muchas zancadillas que nos de.