Es este un pan lleno de sabor profundo y matices a estas harinas gallegas con indicación geográfica protegida , con una miga consistente y húmeda. Si alguna vez habéis probado un buen pan gallego ya sabéis de qué os hablo.
Desde que comenzó la pandemia, hacer el pan en casa se
convirtió en un hábito y cada fin de semana que es cuando disponemos de más
tiempo , lo preparamos y digo preparamos, porque conseguí traspasarle la
afición a mi marido , así que un finde lo elabora él y otro yo , aunque ahora
me estoy acostumbrando a que lo haga él casi siempre, porque además, cada día le salen mejor y ver su cara de satisfacción no tiene precio .
Este que hoy comparto es muestra de ello.
Ingredientes :
290 ml de agua mineral
80 g de masa madre activa
45 g de harina de trigo integral
150 g de harina de fuerza
150 g de harina del País (mezcla de Caaveiro y Callobre con
IGP)
75 g de harina de Callobre
10 g de sal
En un bol vertemos el agua junto con la masa madre,
removemos con una espátula para mezclar bien e incorporamos la harina integral
amasándola hasta que se integre.
A continuación, añadimos el resto de ingredientes excepto la
sal. Amasamos hasta integrar y dejamos reposar tapado el bol y fuera de
corrientes, durante una hora.
Pasados los sesenta minutos, agregamos la sal, integrándola
amasando en el mismo bol, estirando la masa y doblando sobre sí misma durante
tres minutos.
Volvemos a tapar la masa. Dejamos reposar y cada media hora
le damos unos pliegues, por espacio de dos horas y media o tres.
Una vez dados los pliegues, la masa vuelve a fermentar
durante 3 horas .
Pasado este tiempo, se forma , se pasa al banetton
previamente enharinado con la parte más fea hacia arriba .
Tapamos con el paño o gorro de ducha que tendremos
especialmente para este menester y llevamos a la nevera hasta la mañana
siguiente.
Al otro día , lo horneamos. Para ello pondremos a calentar
el horno a 250º, con un molde de Pyrex de cristal con tapa dentro, durante 20 minutos.
Después con mucho cuidado de no quemarnos, retiramos el recipiente y colocamos en
su fondo un papel de hornear a la medida o se enharina .
Pasamos la masa del banetton al Pyrex ya caliente, ahora con la parte
fea hacia abajo y le damos unos cortes con una cuchilla para greñarlo.
Volvemos a meterlo en el horno y dejamos cocer 20 minutos
tapado a 250º . En este punto, retiramos la tapa y cocemos durante otros 35 minutos
sin tapa y a 200 º.
Bego guapa, qué envidia sana da ver tu pan, aunque tengas ayuda de tu marido, sabemos que tú no te amilanas con nada y los panes se te dan de lujo, como de lujo es la miga que nos enseñas que provoca hasta decir ¡basta! Jajajaja… Ni te imaginas lo que yo daría por un buen trozo pa’empujar en una buena salsa.
ResponderEliminarBesitos
Bego, qué interesante este "mano a mano" que os traéis con el pan tú y tu marido. Desde luego os podéis dar por satisfecho ambos, porque vaya resultados, me dejas con la boca abierta ante semejante pieza de pan, es una pasada
ResponderEliminarPor cierto, muchas felicidades para él! Espero que pase un buen día, por cierto, estaba pensando que celebrarlo con una tarta es lo lógico y está bien, pero con un pan como este tampoco es mala idea ;)
Abrazos!!
Solo con leer tu introducción dan ganas de probarlo, el pan casero me encanta, y cuando viene de la mano de estupendos cocineros, o sea, de ti y tu marido, que no le quito mérito, trae la garantía de exquisito y me rindo a su encanto. Aunque me gustaría hacerlo a su sabor.
ResponderEliminarBss
Felicidades a tu marido y a todos esos maridos que disfrutan tanto como nosotras entrando en la cocina y es que cuando ves ese pedazo de pan con esa corteza crujiente y esa miga que dice cómeme en serio que te lo comerías sin dejar ni una miga.
ResponderEliminarBesos.
¡¡Hola Bego!! Pues no he tenido la suerte de probar un buen pan gallego y menos elaborarlo en casa y que me quede así de bien. Ya veo que no sólo tú eres una gran panarra, pues tu marido no se está quedando atrás, ¡qué maravilla de pan! Ya sois todos unos expertos, no se os resiste ningún tipo de pan, y si uno se ve bueno, el siguiente que nos presentáis se ve aún mejor. Es envidia sana, te lo confieso. Enhorabuena por este fantástico pan. Besitos.
ResponderEliminarHola Bego. Pues yo si he tenido la inmensa suerte de probar un pan gallego pero estoy convencido de que no sería tan rico como este que nos propones. He estado varias veces por esa tierra y siempre el pan me llamaba la atención porque no podías dejar de comerlo de lo rico que está.
ResponderEliminarY este que has hecho con ese aspecto que tiene ya se sabe que es pura delicia. Si lo tuviera cerca mas de una rodaja iba a caer jj.
Un abrazo.
Que pinta mas rica tiene ese pan y que bueno queda casero besitos
ResponderEliminarQue rico es PAN lo pongo en mayúsculas porque me encanta el panchón gallego 😋 ese mano da muy buen resultado 👍🏻besinos preciosa
ResponderEliminarHola Bego, qué maravilla de pan, me encanta. Te ha quedado espectacular, ya me gustaría probar una buena rebanada. Que bien los dos preparando pan, es que con estos tiempos de pandemia, nos hemos acostumbrado a lo bueno. Me encanta como os queda. Besos.
ResponderEliminarWuala , Begoña que maravilla de pan, espectacular y la miga toda alveolada es una pasada.
ResponderEliminarUn besito corazón y feliz semana.
Bego, un pan maravilloso y encima con masa madre. Todo un pan de los de antes. Precioso.
ResponderEliminarMil besos
Te ha quedado precioso y buenísimo sin duda, solo hay que ver las fotos para saberlo, me encantan tus panes.
ResponderEliminarBesos A vueltas con los pucheros
Yo creo que a mi marido lo único que le interesa de la cocina es la comida que sale y/o se guarda allí. No me veo cocinando con él mano a mano, no sin cuchillos volando, porque él es un poco patoso (por decirlo de manera suave) y no tiene interés por meterse entre fogones y yo no tengo paciencia ni ganas de verlo ensuciar ja ja ja
ResponderEliminarDicho esto me da mucha pena no poder al menos oler tu pan, porque las fotos me provocan olor a pan del bueno, del de hace muchos años y seguro que este sexto sentido mío no me falla ¡Besos mil!
Un pan verdaderamente estupendo, nada mas hay que ver el corte y la miga para darnos cuenta de la delicia que has horneado!
ResponderEliminarBesos
Querida amiga, envidio ese pan, de esos que no puedo encontrar en ningún sitio, de los buenos y de los que saben y huelen a buen pan. Mil besos
ResponderEliminarHola Bego!! que maravilla de pan hija mía, te ha quedado espectacular. Estarás encantada con tu marido, vaya manos tiene, por un pan así matoooo, y recién salido del horno me lo como enterito. Felicita a tu marido de mi parte, le quedo bestial...Bess
ResponderEliminarBego, pues felicidades a tu marido de mi parte.
ResponderEliminarMadre mía que rico y qué preciosidad.
Debe de ser un gustazo comerse una rebana de esta maravilla.
Besos
Súper pedazos de cortes :-)))))))
ResponderEliminarBego , una hogaza superior , tu marido se esta haciendo un maestro panadero , mis felicitaciones
ResponderEliminarbesinos
Hola Bego, tal cual iba leyendo la entrada más identificada me sentía contigo. Yo empecé un año antes que el de la pandemia, y conseguí, como tú, contagiar a mi marido. Yo no tengo esas maravillosas harinas gallegas con las que hacéis ese pan de lujo, pero he descubierto varios lugares donde puedo comprar harina recién molida e integral. No sé si felicitarte a ti o a tu marido, el pan os ha quedado de cine. Besos.
ResponderEliminarAy Bego, eres una artistaza con el pan!! que manos tienes!!
ResponderEliminarQue ganas de probar tu pan!....esas harinas se ven espectaculares...el sabor debe ser divino!!.......Abrazotes, Marcela
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