La torta imperial o torta de nata es un dulce típico de Vigo que cautiva al primer bocado por su miga suave y tierna, regada por una crema de nata cocida, que la viste de una jugosidad extra y sabrosura a rabiar.
Hace años tuve la oportunidad de degustar esta delicia
varias veces, cuando mis amigos vigueses Loli y también Tito me la regalaron en
alguno de nuestros encuentros. Sin embargo, nunca hasta ahora la había preparado en casa y
la incitadora a ello, fue mi amiga Teresa que la compartió en su blog "El Mundo
de Miss Slower," a la que agradezco la deferencia.
En cuanto vi las fotos, instantáneamente en mi cabeza
revolotearon recuerdos bonitos y decidí que la prepararía a la mínima
oportunidad , así que ayer fue el día y desdeluego no será el único . Habrá más ocasiones, porque aunque ya sabíamos lo rica que es, la magia de lo
casero aún la ha hecho más deleitable.
Nota: Si no tenéis manteca de vaca cocida, podéis ponerle mantequilla, cambiará el sabor pero se puede sustituir.
Ingredientes :
350g
de harina de fuerza
60 g
de manteca de vaca cocida
175
ml de leche entera
1
huevo
50 g
de azúcar
Un pellizco
de sal
20 g
de levadura fresca de panadería
Harina
necesaria para espolvorear la mesa de trabajo
Para
la cobertura:
200
ml de nata líquida con un 35% de materia grasa
50 g
de azúcar
Para
el acabado :
Azúcar
glass para espolvorear
Elaboración
:
Amasé
con la thermomix , 8 minutos , vaso cerrado y velocidad Espiga, poniendo todos
los ingredientes, excepto la manteca de vaca cocida, que la añadí troceada en los últimos dos minutos.
De la
forma tradicional , se amasaría todo junto hasta conseguir una masa homogénea ,
agregando igualmente la manteca al final.
Pasamos
la masa a un bol ligeramente enharinado y dejamos reposar por espacio de una
hora u hora y media , hasta que haya doblado su volumen , fuera de corrientes y tapada con un paño, un gorro de ducha para tal efecto, etc .
Pasado
este tiempo, volcamos la masa de nuevo en la superficie de trabajo que
previamente habremos espolvoreado de harina , para ayudarnos con su manejo .
Desgasificamos
y amasamos unos minutos con mimo .
A
continuación con las manos la vamos aplanando para darle la forma de torta y se pasa a la bandeja de horno forrada con
papel de hornear. En mi caso, la he puesto en la bandeja redonda que utilizo
para hacer las pizzas .
Ya
con la forma hecha, dejamos reposar otra hora , hasta que vuelva a levar.
Dependiendo de la temperatura, tardará una hora u hora y media, hasta que
adquiera una altura de 2 cm más o menos.
En
este tiempo , aprovechamos para preparar la nata cocida, poniéndola en un cazo
a fuego lento junto con el azúcar. Removeremos frecuentemente y dejaremos cocer
hasta que espese y adquiera un color parecido al de la leche condensada .
Alcanzado
ese punto, retiramos del fuego y reservamos hasta que llegue el momento de
emplearla.
Una
vez fermentada, metemos los dedos en la masa para hacerle los hoyos típicos de
esta torta por donde luego la regaremos con la nata cocida.
Llevamos
al horno previamente caliente a 180º y calor arriba y abajo , durante 15
minutos, no más, pues es una torta que no debe quedar excesivamente dorada, más
bien blanca.
Sacamos
del horno y templada la regamos con la crema de la nata cocida , pero antes ,
con un palillo chino o el mango de una cucharilla , abrimos un poco los huecos
para que ésta penetre mejor, pues al hornearse la masa, tienden a cerrarse bastante
.
Pincelamos
toda la torta hasta terminara con toda la crema.
Por
último, la espolvoreamos de azúcar glas.
Solo
queda degustarla , pero conviene esperar a que empape bien, cosa que ya sabéis
quien bien me conocéis , que en mi caso es batalla perdida, la impaciencia me
puede , así que cuando la corté aún no había absorbido bien la crema, después
mucho mejor.
Un
capricho pecadentoso en toda regla que diría mi amiga Teresa .
Tiene
muchas calorías, sí , es para hacerla solo de vez en cuando , pero os confieso
que en estos días de incertidumbre y desasosiego que nos toca vivir, ayer fue un
día sombrío en mi ánimo, pero un pedacito de esta golosada , consiguió calmarme
la ansiedad y me resultó de lo más reconfortante.
Mucha
fuerza amig@s y a seguir batallando con muchísima precaución y responsabilidad
, para que cuanto antes esta pesadilla se olvide de nosotros.
Madre mía, cómo tiene que estar esto. Veo el corte y se me hace la boca agua.
ResponderEliminarLo malo es que, por estas tierras, es muy difícil encontrar manteca de vaca, pero supongo que podrá conseguirse por internet, así que investigaré.
Besos, y a cuidarse.
Hola Bego!. No conocía este dulce, viendo el tuyo y sus ingredientes a de estar buenísimo.
ResponderEliminarSi que hemos de andar con prudencia, te entiendo, siempre hay algún día de bajón, es dura la realidad que estamos viviendo, pero como bien dices responsabilidad y precaución para ver si salimos cuanto antes.
Yo también guardo muy buen recuerdo de un encuentro bloguero, por cierto no se si seras de Vigo, tengo a una querida amiga allí, vino a Valencia para el encuentro que te menciono.
Sigue cuidándote.
Un abrazo.
Esta bizcotorta, porque me parece a medio camino entre los dos, quita la aflicción y el sentío. Una pena no haberla probado nunca, ya que seguro que me gustaría. Dificil hacerla e incluso encontrarla por aquí, pero todo puede ser, así que estaré alerta por si suena la flauta.
ResponderEliminarUn beso
Hola Bego. Nada mejor que un trozo de esta torta para saber y disfrutar de lo que puede ser llegar a sentirse en un imperio. Porque eso es sin lugar a dudas como uno debe sentirse si se tiene la suerte de poder saborear un trozo de esta delicia.
ResponderEliminarNo me cabe duda de que tiene que ser una tentación y pecado sería no caer en ella jj.
Espero que os encontréis bien.
Un abrazo y cuídate.
Creo que la comi en Vigo, pero no consegui comprarla, no la encontre, a ver si cuando la pruebe resulta que es esta jajaja, me encantaria, me la llevo y la hare fijo, un abrazo guapa y a quedarse en casa aun, que aunque hay gente con muchas prisas y poco cuidado, es mejor estar vivos, si no de que nos sirven los trabajos
ResponderEliminarjo que pinta, que rica debe estar, una maravilla!!
ResponderEliminarBego qué bonita te quedó, conocí esta torta imperial en los blogs amigos, y siempre se mete por la vista, especialmente la tuya que es impresionantemente perfecta. Es curioso los nombres al leer en mi bandeja de entrada Torta Imperial, pensé en la torta de almendras y miel, tipo turrón de Alicante, que en casa es imprescindible en Navidad, mi padre dice que sin ella la Navidad no es lo mismo.
ResponderEliminarSin embargo la tuya no tiene nada que ver, y no sé, pero me sigue pareciendo algo muy especial, por eso yo la reservaría para días únicos.
La manteca de vaca solo la veo en recetas de vosotras, las bloggers del norte, pero me intriga, la verdad es que curiosamente nunca la he visto en fotos, solo en la lista de ingredientes. Ahora buscaré en la red a ver que encuentro para hacerme a la idea de qué es exactamente, bueno es manteca, pero que tipo, ya que la mantequilla que yo conozco también es de vaca, de leche de vaca. En fin, solo es una de mis divagaciones de ignorante, jajaja...
Besitos
Que rica , por aqui no se ve la manteca de vaca ni la conocia , besitos
ResponderEliminarHola Bego.
ResponderEliminarTiene una pinta maravillosa.
Me encanta y tengo que probarla para salir de dudas, hay una parecida que hacen por aquí, pero sin esa cobertura de nata y que me ha parecido deliciosa.
Besosss.
Ya te lo dije en face y te repito....toda una tentación irresistible 😋ese corte enamora❤ en cuanto tenga la manteca me la pienso hacer
ResponderEliminarAinss se me escapó sin darme ni tiempo a despedirme 🤭besinos solete
ResponderEliminar¡¡Hola Bego!! ¡¡Cómo me gusta esta torta!! No sé la de veces que la he hecho. Nunca he probado la original, no he tenido ese placer, pero hace años se lo vi a un blog amigo y la hice, y desde entonces, siempre que tengo que regalar algo, la hago porque todo el mundo que la prueba le encanta. Tampoco la he hecho nunca con manteca de vaca, así que si llego a probar la original, ya tiene que ser sublime del todo. Besitos.
ResponderEliminarQue torta tan preciosa y no me cabe duda que es una delicia! Ya lo creo que un trocito asi alegra el corazon. Mucho animo, cuidate mucho!
ResponderEliminarBesos
Begoooo... ¿por qué me haces esto? con lo que me ha dado por las masas... ahora tengo antojazo del bueno con esta torta imperial... yo no tengo manteca de vaca, pero tengo de cerdo... me imagino también valdrá no?... bueno... pues habrá que ponerse manos a la masa jajaa... Un beso y gracias por la receta tan detallada...
ResponderEliminarHola, qué dulce tentación. Nunca he usado maneca de vaca, ni la había visto en otras preparaciones. Me ha llamdo la atención. La torta es una maravilla, para disrutar. Un beso!!
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